Con necesidad de ti

Ensayo realizado por Sergio Mendoza en el mes de febrero, extraído de su blog oficial:

Con necesidad de ti

“El amor es único, pero,
siempre tiene dos versiones”

Otra vez, necesito golpear mi cabeza contra la puerta- Necesito desvanecer la idea de ti en mi mente, un dolor físico que termine con el pesar arraigado en el alma. Cursilerías –Me siento como cada día, a escribir la carta que jamás entregaré- Sólo logro escribir cursilerías, palabras tontas que muchos han dicho, que mucho he leído en libros o frases estúpidas de película. No consigo escribir nada que suene suficientemente auténtico, nada que sea original. Es difícil el amor en estos tiempos, cuando todo se ha dicho ya.
Después de tantos siglos de existencia, qué pudiera decir yo que no le hubiera dicho Adán a su amante. Qué puedo yo inventarme que no te recuerde a tu pasado. Cuántas veces he dicho te amo, sintiendo que simplemente repito un comercial, que no encuentro esa palabra exacta que pueda liberar lo que me revienta por dentro. El amor murió con el ferrocarril, con el telegrama y los paseos a caballo. Se desvaneció entre el cine y la televisión por su uso constante, se volvió cotidiano, se volvió insignificante.
Escribo esta carta imaginando que podré pararme delante de ti, entregártela y decirte -Te amo- Esperando que puedas sentir en cada letra, la constante desesperación y tortura que este sentimiento ha marcado en mí. Deseo que seas tan infeliz como lo soy yo con cada línea, porque sólo así, entenderás que el amor no existe, que murió con la globalización y hoy no es más que un pretexto, eso es, simplemente un pretexto. Toda mi vida he temido quedarme solo, temor, tú eres la respuesta a ese temor. No puedo ser más sincero de lo que soy en este momento –Te necesito, tengo miedo de vivir en este mar de gente sin la compañía de alguien, te necesito- Esa es la realidad. Pudiera llenar la hoja con estúpidas frases –Quiero pasar el resto de mi vida contigo, te voy a amar hasta la muerte e incluso, lo que siento por ti es más profundo que el mar- Pero mentiría, no diría nada nuevo y cada amor es diferente. Estaría robándome las frases de otros y por lo tanto, lo que ellos sintieron en su momento. Ellos no saben en realidad lo que yo quiero, el tipo en televisión que pregona amor para el mundo, no sabe lo que significa, el actor que interpreta al amante y ruega piedad por sus sentimientos no sabe de ellos. El amor es único, como la mente de cada enamorado.
Puedo pasar horas frente a esta mesa, con pluma en mano y papel en blanco, escribiré cursilerías, te la entregaré y tú pensarás que nuestro amor será como el que leíste en la revista. Mentiré, pues si te digo mis razones para amarte, no vivirías en la fantasía. Si te digo que simplemente te necesito y quiero tenerte porque la soledad me aterra, no comprenderías que eso es amar en este siglo, que historias como las del libro que leíste en verano ya no suceden. Pasarás tu vida conmigo y simplemente me dedicaré a contemplarte, sin fuegos artificiales ni chocolates, simplemente tú y yo frente a la vida. –Terminé la carta y definitivamente está llena de cursilerías.

Sergio Mendoza Mendoza.