Ya cumplidos los
10 años del atentado terrorista que cambió al mundo (por lo menos a lo que
comprende mi generación), podemos ver con bastante perspectiva este relevante
hecho.

Escribo estas líneas
para remembrar un hecho que cambió al mundo, y que directa e indirectamente
cambió la televisión, el cine y la literatura.
Hoy, México hace
una gran muestra de esa influencia con la telenovela “El octavo mandamiento”,
la cual aborda los hechos del 11 de septiembre y nos narra la historia de una
familia que nunca volvió a ser la misma por culpa de aquel atentado.
En cine, podemos
hablar de mil ejemplos. Documentales y películas. Entre ellas, la más
rescatable para mí: Vuelo 93 (United 93). Pero no dejemos de lado a “Fahrenheit 9/11”, “world trade center”, “Los
102 minutos que cambiaron el mundo” y “Algunos días después de septiembre”.
En la literatura,
cientos de libros periodísticos ofrecieron diversas posturas y versiones sobre
lo que había ocurrido detrás de estos atentados. Pero también este hecho fue
punto fundamental en argumentos como el expuesto en “Querido John” de Nicholas
Sparks, en el cual el inicio de la guerra da un cambio a la trama de la historia.
Hablar sobre
septiembre 11 es hablar sobre algo que cambió definitivamente al mundo (no
olvidemos las reglas de seguridad tan estrictas que hoy día vivimos al abordar
un avión). Y aunque algunos piensan que repetir este tema en cine, literatura o
televisión es deshumanizarlo, yo pienso que es todo lo contrario. Se trata de
recordar, se trata de pedir justicia. Se trata de aprender.
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