Temporada 9 de Two and a half men.



Creo que no es un secreto que todos apostamos por el fracaso de la novena temporada de “Two and a half men” debido a la salida de Charlie Sheen del show.

No me voy a poner a explicar los detalles de esta salida (todos los conocemos), pero si voy a ser sincero al decir que yo mismo fui de los que dije “Cambio de protagonista,  fracaso seguro”. Sin embargo, su productor y creador nos apeló con una importante carta (no señoritas, no me refiero a la entrada de Ashton Kutcher), esta carta era que tenían tan buenos personajes y actores de reparto, qué el show podía sostenerse y seguir gracias a ellos. En eso tiene razón. ¿Quién no ama a Alan, Berta y la madre de los Harper: Evelyn?
 
Creyendo en eso, no me importó la salida de Sheen, ni mucho menos la entrada de Kutcher. No obstante, esta semana vi el primer capítulo y tengo que decir que fue desilusionante. Sí, tuvo una gran audiencia. Sí, tuvo momentos graciosos (los cuales recayeron en Alan), y Sí Charlie Harper fue la estrella aun estando muerto.

Pero la verdad es que no creo seguirlo, ¿Por qué? Sencillo,  algo que me gustaba de esta serie y la hacía diferente al resto era el hecho de ver a Charile con su dudosa ética y moral distraída saliéndose siempre con la suya, Es decir, ver al mal triunfar de una forma muy descarada. ¿Y ahora qué? El personaje de Ashton es un millonario lindo, de buenos sentimientos y con necesidades de afecto y atención del cual todas podrán enamorarse. Pero ¿y el acido? ¿Y el descaro? ¿Y el humor negro? ¿y la clamidia?
 
Lamentablemente, para mí, esa era el alma del show y creo que se murió con Charlie Harper.

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